Escrivá ofreció los datos durante una entrevista en la Ser recogida por Servimedia al ser cuestionado sobre su resolución ante la avalancha provocada por la situación creada por el Covid-19 y las quejas de que el embotellamiento en su resolución retrasa el cobro de las prestaciones a los empleados afectados.

En el Ministerio de Trabajo, donde van a adelantados en la gestión, detalló que ya llevan 3 millones de afectados por ERTE y reiteró que su estimación es llegar “hasta los 4 millones de trabajadores”. “Me consta que el Ministerio de Trabajo está completamente focalizado y resolviendo con una forma muy expeditiva”, defendió frente a las quejas por retrasos que demoran el cobro de la prestación.

Como hiciera la víspera en el Congreso de los Diputados, Escrivá defendió la efectividad que el mecanismo del ERTE está mostrando frenar la destrucción de empleo. Hasta finales de marzo se han producido 900.000 reducciones en la afiliación a la Seguridad Social, principalmente en empleos temporales y trabajo “más precario” como suele ocurrir en España cuando la economía sufre un revés, pero detalló que “se ha estabilizado la situación y no está habiendo más destrucción de empleo” y eso “responde” a haber introducido la facilidad del ERTE.

En autónomos indicó que hay un millón de afectados por la situación y la estimación es que llegue a los 1,4 millones, pero recordó que la protección de rentas “tan extensa” articulada por el Gobierno con diferentes medidas llegará al 30% de la población activa y está permitiendo contender el impacto del Covid-19.

Al ser cuestionado sobre la desescalada admitió que cuanto antes se inicie sería mejor, pero abogó por “ser muy cautos, muy humildes, aquí y en cualquier país del mundo” porque dependerá del desarrollo de la pandemia y eso es imposible anticipar. “Aquí todavía tenemos que movernos con pies de plomo”, pidió, reconociendo que cuando llegue el momento es “probable” que “veamos desescaladas a ritmos distintos, mucho más heterogéneo por sectores, incluso por geografías”.

En el mismo sentido eludió entrar a evaluar impactos ya que la evolución de la pandemia “es incierta y nos está sorprendiendo a todos en cualquier parte del mundo”. Avisó que a la hora de hacer previsiones solo dos meses más o menos “tienen efectos muy importantes en la caída de la actividad o impacto económico”. “Lo que sí sabemos, que es lo importante es que esto es temporal. No estamos ante procesos que van a arraigar mucho tiempo”, refirió.

El ministro reconoció que el Estado tendrá que emitir un volumen elevado de deuda para financiar las redes de seguridad, pero explicó que esa financiación está garantizada en los mercados gracias a que la situación no es igual que cuando se emite deuda por problemas estructurales y gracias a los cortafuegos establecido en Europa. “Los que tienen que poner los cortafuegos en Europa y el BCE se ha activado muy rápidamente a diferencia otras crisis, con lo cual la financiación que este salto de duda exige ante esta enorme paralización de actividad económica, está asegurada”, estimó.