Al inicio de la sesión plenaria, Batet señaló que las limitaciones sanitarias “son las que impiden que el Congreso aloje hoy la capilla ardiente de quien fue su presidente entre 1979 y 1982”. “Muchas de las mejores cualidades de lo que es hoy esta Cámara y la democracia se las debemos a él, a su saber, a su trabajo y a su legado”, prosiguió la presidenta.

“Unirnos en su recuerdo es el homenaje más adecuado para quien buscó siempre los espacios de acuerdo entre los distintos y recordó que a todos nos une la voluntad de convivir y lograr superiores cotas de progreso y bienestar”, expresó Batet a modo de homenaje.

A su vez, la presidenta de la Cámara Baja trasladó “en nombre del Congreso y de todos sus miembros”, su pesar “a las familias de las personas fallecidas” por el Covid-19. En ese momento, la presidenta tuvo un especial recuerdo “a quien fuera elegido por las Cortes Generales como Defensor del Pueblo, don Enrique Múgica Herzog”.

“Nos une a todos nuestra voluntad de trabajar para superar esta crisis y reducir en todo lo posible sus efectos. Nos une, también, el agradecimiento a quienes dedican su esfuerzo y su trabajo a atender a los enfermos, a reducir el número de contagios o a velar por el mantenimiento de la seguridad”, añadió Batet. “Gracias también a los que asumen las limitaciones impuestas por razones sanitarias, en ocasiones en condiciones muy difíciles”.

Antes de dar paso a las intervenciones de los diputados, la Cámara guardó un minuto de silencio.