Así se recoge en un estudio publicado en la revista 'The Cryosphere', donde se explica que la pérdida de hielo en Groenlandia no sólo se debió a temperaturas más cálidas de lo habitual, sino también a patrones excepcionales de circulación atmosférica que contribuyeron a la pérdida de masa de la capa helada de la isla.

Los modelos climáticos que proyectan el derretimiento futuro de la capa de hielo en Groenlandia ignoran esos patrones atmosféricos, por lo que pueden estar subestimando el deshielo en aproximadamente la mitad, según Marco Tedesco, del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), coautor del nuevo estudio.

MASA SUPERFICIAL

Para llevar a vaco la nueva investigación, los científicos usaron datos satelitales, mediciones en el suelo y modelos climáticos con el fin de analizar los cambios en la capa de hielo durante el verano del año pasado.

Descubrieron que si bien en 2019 se produjo la segunda mayor cantidad de escorrentía del hielo derretido (2012 fue peor), trajo las mayores caídas en el balance de masa superficial desde que comenzaron los registros en 1948. El balance de masa superficial tiene en cuenta las ganancias en la lámina de la masa de hielo, como a través de nevadas, así como pérdidas por escorrentía de agua de deshielo superficial.

"El balance de masa en Groenlandia puede verse como una cuenta bancaria. En algunos periodos gastas más y en otros, ganas más. Si gastas demasiado, te vuelves negativo. Esto es lo que le pasó a Groenlandia recientemente", resumió Tedesco.

El balance de masa superficial de la capa helada de Groenlandia se redujo en unos 320.000 millones de toneladas por debajo de la media entre 1981 y 2010, lo que representa el mayor descenso anual desde que la serie histórica comenzara en 1948.

Entre 1981 y 2010, la 'cuenta bancaria' de masa superficial ganó de media alrededor de 375.000 millones de toneladas de hielo al año. En 2019, ese número estaba más cerca de 50.000 millones de toneladas.

Aunque una ganancia de 50.000 millones de toneladas puede parecer una buena noticia para una capa de hielo, no lo es, según Xavier Fettweis, de la Universidad de Lieja (Bélgica), debido a otro factor: la capa de hielo también está arrojando cientos de miles de millones de toneladas a medida que los icebergs se rompen en el océano.

En condiciones estables, las ganancias en el balance de masa superficial serían lo suficientemente altas como para compensar el hielo que se pierde cuando los icebergs se desprenden.

ALTAS PRESIONES

Hasta ahora, 2012 fue el peor año de Groenlandia para el balance de masa de superficie, con una pérdida de 310.000 millones de toneladas en comparación con la media entre 1981 y 2010. Sin embargo, las temperaturas de verano en Groenlandia fueron en realidad más altas en 2012 que en 2019, pero en este último año hubo una pérdida récord de hielo debido a condiciones anticiclónicas, que prevalecieron sobre Groenlandia durante periodos de tiempo inusualmente largos en 2019.

Las altas presiones en la atmósfera imposibilitaron que se formaran nubes en el sur de Groenlandia. Los cielos despejados dejaron entrar más luz solar para derretir la superficie de la capa de hielo. Con menos nubes, había alrededor de 50.000 millones de toneladas menos de lo habitual. La falta de nevadas también dejó hielo oscuro y desnudo en algunos lugares; debido a que el hielo no refleja tanta luz solar como la nieve fresca, absorbió más calor y exacerbó el derretimiento y la escorrentía.

Las condiciones eran diferentes, pero no mejores, en las partes norte y oeste de Groenlandia porque a medida que las altas presiones giraban en el sentido de las agujas del reloj, extraían aire cálido y húmedo de las latitudes más bajas y lo canalizaban hacia la isla.