“Los monos de trabajo que se están entregando son de muy mala calidad, se rompen con mucha facilidad y son tan escasos que tenemos que lavarlos (pulverizándolos con agua y lejía) para volver a utilizarlos al día siguiente. Las mascarillas son también de muy baja calidad ya que es habitual que se rompan al ponerse o quitarse o se deshilachen por lo que tenemos que sustituirlas”, señaló el sindicato en base a testimonios de profesionales de enfermería.

Desde el Sindicato de Enfermería se reclamó a la Consejería de Sanidad la necesidad de que empiece a dotarse, “correctamente”, a los centros de salud, ya que sus profesionales “son esenciales para el control del Covid-19 y, también, del resto de patologías que se siguen produciendo”.

El sindicato insiste en que un porcentaje alto de detección de personas afectadas por Covid-19 se está llevando a cabo en los centros de salud, así como su seguimiento telefónico y/o presencial.

“En la actualidad los profesionales de los centros de salud se ven obligados a ir a los domicilios con el mismo EPI ya que no cuentan con los suficientes para poder cambiárselos cuando salen de un domicilio. Además, muchos no disponen de la protección suficiente para evitar ser infectados o lo que es peor, ser fuente de contagio”, recoge Satse.

El Sindicato de Enfermería recuerda que los centros de salud son la puerta de entrada al sistema sanitario y que su correcto funcionamiento se traduce en descongestión de los centros hospitalarios. Además del control del Covid-19, siguen atendiéndose numerosas consultas relacionadas con otras patologías, muchas de ellas crónicas y graves, que deben tener una respuesta sanitaria que es “la que se está dando desde Atención Primaria”, finaliza el documento.