En sus palabras desde el Palacio de la Moncloa, el presidente reclamó “empezar ya la desescalada en la tensión política” y dejar "atrás las palabras gruesas y el lenguaje agresivo”.

En ese sentido, se dirigió directamente al PP, resaltando que un partido que ha gobernado España hasta en cuatro legislaturas y que gobierna en varias comunidades autónomas debe ser base de ese acuerdo.

“Lo digo públicamente: mi propuesta es de corazón y es sincera. La oposición (toda sin excepciones) debe ser parte de la reconstrucción económica y social”.

Y para lograr esa unión, dijo, hará "todo" lo que esté a su alcance para poner en marcha este "gran plan para volver a poner en marcha el país".