“Sin cuestionar la recomendación del uso de mascarillas en el transporte público, permítame que, en primer lugar, le traslade nuestro desconcierto con el hecho de que el eventual reparto de mascarillas en nuestras instalaciones ni siquiera haya sido comunicado y consultado con persona alguna de la consejería que dirijo, ni con la dirección de Metro de Madrid”, señaló.

En su misiva indicó que “cualquier actuación de esta naturaleza puede afectar al uso de los distintos modos de movilidad, provocar un efecto llamada y su consiguiente repercusión, por tanto, en la planificación de la oferta”.

“De cara al futuro, consideramos más leales y operativos otros procedimientos, pero, en aras de cumplir con nuestro principal objetivo, que no es otro que estar debidamente preparados para la correcta prestación de nuestro servicio a los ciudadanos, necesitamos conocer, con carácter inmediato, determinada información acerca de esta decisión”, reclamó.

Sobre el uso mascarillas en el transporte público, dijo que le parecía que eran "varias las cuestiones que habría que aclarar". "Además de las ubicaciones y el horario del reparto de dichas mascarillas, necesitaríamos conocer el número de mascarillas que se ha previsto repartir y las características de las mismas, especialmente en sus propiedades de reutilización por los usuarios; si el reparto se va a llevar a cabo dentro o fuera de las estaciones, y si está previsto extender la medida en los días subsiguientes y también a otros modos de transporte”.

Asimismo, “necesitamos conocer si está prevista la entrega a los trabajadores de Metro y resto de trabajadores del transporte público de mascarillas adicionales, en línea con la nueva recomendación, y si ha cambiado la normativa al respecto por parte de sanidad en relación con el uso de las mismas”.

Garrido recordó en su escrito que “el Ministerio todavía tiene pendientes de entrega a esta consejería 37.950 mascarillas” y añadió que “dado el actual desabastecimiento de mascarillas para la población, querría conocer si se ha considerado, por parte del Ministerio encargado del reparto, la posibilidad de un efecto llamada a los puntos de distribución y si de ser así se ha coordinado con la Delegación del Gobierno para prevenir aglomeraciones que contravengan la normativa relativa a la distancia de seguridad entre personas, vigente desde el inicio de la crisis”.