Un día después del Pleno del Congreso en el que quedó en evidencia el distanciamiento entre el Gobierno y el PP, Iglesias insistió en que es obligación del Ejecutivo seguir intentando consensos con la oposición política, pero también con los agentes sociales y con las comunidades autónomas como única vía de superar la crisis.

“Tenemos que seguir tendiendo la mano, evitar la crispación y continuar defendiendo acuerdos entre sectores que pueden pensar diferente. Debemos aspirar a parecernos a nuestro pueblo, que nos está dando una lección de dignidad”, dijo el vicepresidente en una entrevista realizada en Televisión Española.

Como punto de partida para ese acuerdo, Iglesias propuso el texto constitucional “que defiende derechos sociales y permite al Gobierno defender el interés general”. Esa suerte de constitucionalismo social que “define el patriotismo” debe ser la base que cimente esos nuevos Pactos de la Moncloa que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quiere impulsar a partir de la próxima semana.

Ahora la batalla es “defender la vida”, comentó el vicepresidente, y para ello la Constitución permite “movilizar los recursos necesarios ya sean públicos o privados” y garantiza que “se hará lo que sea necesario para proteger a nuestro pueblo, a nuestros médicos, a nuestras enfermeras…". "Es lo que dice la Constitución que hay que hacer”, proclamó.

Además, defendió que los ciudadanos “se merecen” que sus representantes políticos lleguen a acuerdos “para afrontar la reconstrucción” y por ello reiteró que el Gobierno no dará ningún posible pacto por perdido y seguirá tendiendo la mano.

Preguntado por las discrepancias internas en el Gobierno de coalición, Pablo Iglesias admitió que “hay debate”, aunque “todos tememos claro que la unidad es un valor imprescindible para abordar una crisis como esta” y aseguró que tras el debate “somos una piña”.