Según una declaración emitida por la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, los niños y jóvenes no sólo están contrayendo el Covid-19, sino que también se encuentran "entre sus víctimas más gravemente afectadas". "A menos que actuemos ahora para abordar los impactos de la pandemia en los niños, los ecos del Covid-19 dañarán permanentemente nuestro futuro común", indicó.

A juicio de Unicef, el 99% de los niños y jóvenes menores de 18 años en todo el mundo (2,34 mil millones) viven en uno de los 186 países con alguna forma de restricciones de movimiento debido al coronavirus. El 60% de todos los niños viven en uno de los 82 países con un aislamiento total (7%) o parcial (53%), lo que representa 1.400 millones de vidas jóvenes.

"Sabemos que, en cualquier crisis, los jóvenes y los más vulnerables sufren de manera desproporcionada. Esta pandemia no es diferente. Es nuestra responsabilidad prevenir el sufrimiento, salvar vidas y proteger la salud de cada niño. También debemos asegurarnos de que las decisiones con conocimiento del riesgo sobre sobre las medidas de control de Covid-19 se tomen con base en la mejor evidencia disponible para minimizar y prevenir cualquier daño colateral, y proporcionar medidas de mitigación para que el daño no sea duradero", comentó.

Para eso hay que "resistir la tentación, en tiempos de una posible recesión global, de desestabilizar la inversión en nuestro futuro". "En este momento, el aumento de las inversiones en educación, protección infantil, salud y nutrición, y agua y saneamiento ayudará al mundo a reducir el daño causado por esta crisis y a evitar futuras".

Por eso, pidió que los países y las comunidades de todo el mundo trabajen juntos para abordar esta crisis. Además, esta semana, Unicef está lanzando su agenda global de acción para proteger a los niños más vulnerables del daño. La agenda tiene seis pilares: mantener a los niños saludables; llegar a aquellos vulnerables con agua, saneamiento e higiene; hacer que sigan aprendiendo; apoyar a las familias para cubrir sus necesidades; protegerlos de la violencia, la explotación y el abuso, y resguardar a los niños refugiados y migrantes, además de a los afectados por el conflicto.

"Sin una acción urgente, esta crisis de salud corre el riesgo de convertirse en una crisis de derechos de los derechos de los niños. Sólo trabajando juntos, podemos mantener a millones de niñas y niños saludables, seguros y aprendiendo", proclamó Fore.

Además, hizo hincapié en que "los niños y niñas que ya están viviendo crisis humanitarias tampoco deben ser olvidados durante la respuesta al Covid-19". "Defender a los niños en medio de esta crisis significa garantizar la disponibilidad y accesibilidad de suministros que salvan vidas, como medicamentos, vacunas, servicios sanitarios y educativos", sostuvo.

"Si bien durante este período de cierre estamos enfocados en la preocupación inmediata de mantenernos sanos a nosotros y a nuestros seres queridos, también debemos recordar a los millones de niños que corren el riesgo de convertirse en las víctimas olvidadas de esta pandemia. El aspecto que tendrá su mundo mañana, su futuro, en última instancia también es nuestra responsabilidad hoy", concluyó.