El mantenimiento de la nota ‘A’ refleja “el mejor punto de partida de la economía española” para encarar esta crisis frente al que tenía en el año 2008, si bien sus expertos prevén un gran impacto “por la dependencia del sector turístico, el parón de actividades industriales y contracción del consumo”.

España creció, de hecho, un 2% el pasado año, por encima de Francia (1,6%), Alemania (0,6%) e Italia (0,2%). Incluso en el cuarto trimestre del año la economía avanzó un 0,5%, superando la media de la Unión Europea (0,1%) y de la economía germana, cuyo crecimiento fue del 0%.

Sin embargo, reconoce que la crisis “hará mella” en la economía” por el parón de la actividad y el gran peso del turismo y causará una contracción del 5,5% en el PIB que debería dar paso después a una progresiva recuperación a lo largo del segundo semestre del año y un tirón del 5,9% en 2021.

La firma cree que el déficit público duplicará previsiblemente al de 2019 y rebasará el 5% del PIB y el nivel de deuda excederá el 100% del PIB por las medidas de contención aprobadas. En paralelo y como positivo valora el “dinamismo” del mercado laboral, aunque arroje “síntomas de agotamiento”, junto al superávit por cuenta corriente y el menor nivel de deuda de familias y empresas.

Como favorable también destaca la existencia de “un marco institucional sólido”, reforzado por la pertenencia a la Unión Europea y “la cada vez mayor posición de liderazgo de España dentro de las instituciones europeas”.

En el informe divulgado este lunes con su calificación no solicitada por parte de España fija ‘en observación’ el rating a la espera de la evolución de la crisis sanitaria que, incluso, “podría terminar ocasionando un deterioro mayor al esperado sobre las finanzas públicas, lo que terminaría afectando a nuestra calificación de crédito”.

Entre los riesgos figura el déficit, el aumento de la deuda pública y el potencial impacto final sobre el sector turístico ya que representa un 15% del PIB y advierte que “se trasladará al mercado laboral lastrado por la dualidad”, junto a la “excesiva” dependencia de la deuda externa y “la elevada cifra de población en riesgo de exclusión social”.

Axesor espera que las medidas de choque aprobadas por el Gobierno tengan un efecto positivo “en la contención de los efectos más perversos y sirvan como muro de contención para evitar una crisis de liquidez”. Sin embargo, cree que la línea de avales de 100.000 millones de euros para la financiación de pymes, así como los 12.000 millones de euros a través del ICO y Cesce, podrían ser “insuficientes” si el periodo de confinamiento y parón de actividad termina alargándose más de lo inicialmente previsto.

Para la firma de rating, las medidas laborales aplicadas a través de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) “evitarán un repunte de la actual tasa de paro del 13,7% hasta los niveles máximos alcanzados durante la última crisis económica”, aunque sí augura un daño en los empleos de carácter temporal y da por seguro que perjudicará a la futura creación de puestos de trabajo.