Según informó este lunes el Instituto Armado, el objetivo es evitar la realización de aquellas actividades industriales no declaradas como esenciales, algo que planteó el Gobierno para reducir aún más los contactos personales para acabar con los contagios por coronavirus.

El decreto de 29 de marzo dispone que quedan suspendidas aquellas actividades económicas que no sean esenciales, de forma que los trabajadores afectados por esta restricción pasan a cobrar un permiso retribuido hasta que pase la Semana Santa.

Para controlar que esto se cumple, la Guardia Civil está estableciendo controles y dispositivos de identificación móviles y fijos, que se colocan tanto en vías urbanas como interurbanas, en el interior de cascos urbanos, polígonos industriales, etc. Además, se ha intensificado la vigilancia de poblaciones, polígonos industriales, carreteras por tierra, mar y aire.

A mismo tiempo, los efectivos de la Benemérita están realizando multitud de inspecciones de naves industriales y entrevistas con vigilantes de seguridad y trabajadores, todo ello con el fin de que se cumplen las órdenes sobre el confinamiento reforzado para evitar la propagación del coronavirus.