Lo hizo en un informe elaborado con motivo de la “nueva situación” a la que se han visto abocados los militares con motivo de la declaración del estado de alarma y su consiguiente colaboración en las labores de lucha contra el Covid 19.

Los datos del referido informe se recopilaron gracias al testimonio recogido a militares destinados en 22 lugares distintos (bases, acuartelamientos, buques o unidades) de La Coruña, Zaragoza, Valladolid, Madrid, León, Ferrol, Córdoba, Valencia, Asturias, Almería, Badajoz, Ceuta, Melilla y Barcelona.

AUME destacó en su informe que en el “contexto de la actual crisis” la actividad de los militares está teniendo lugar en los acuartelamientos y la ‘Operación Balmis’. Tras reconocer que en “una mayoría de unidades se cumplen, en mayor o menor medida, las medidas impuestas desde el Ministerio de Defensa en consonancia con los derechos que le asisten al militar en materia de prevención de riesgos y con las obligaciones que las normas jurídicas en vigor imponen a la Administración militar”, precisó que “en algunas unidades en particular y en las que participan de la Operación Balmis, en general, se producen graves disfunciones que afectan a la seguridad del personal, a la de sus familias y a la de la población con la que interfieren”.

En ese sentido, el informe denuncia que en algunos acuartelamientos “no se mantiene el distanciamiento social”, no se dota de mascarillas a sus miembros ni se permite las mascarillas y guantes aportados por los propios militares, “no se respeta la separación en los transportes colectivos de vehículos militares”, “se permite el deporte en grupos”, los cuerpos de guardia se encuentran en locales “sin poder mantener distancia de seguridad y sin medios de prevención”.

También lamentan que algunas unidades con material NBQ utilizan equipos de protección (EPI) caducados, que en los alojamientos “habitan varias personas en habitaciones pequeñas sin ningún tipo de medidas de prevención” que las contratas de limpieza “no dotan de medios al personal de limpieza en los acuartelamientos” llegándose a no limpiar “lugares comunes incluso en la zona con personal confinado con síntomas de Covid-19”.

Ante personal con positivo por coronavirus y confinado en alojamiento militar, dice el informe, “no se establecen medidas especiales de separación y prevención” ni se “establecen medidas especiales ni se informa adecuadamente para prevención”.

En el marco de la ‘Operación Balmis’, denuncia el informe de AUME, “la mayoría del personal carece de mascarillas y guantes”, “se prohíbe la utilización de mascarillas y guantes aportados personalmente por el militar”, al regreso a los acuartelamientos, “no se establecen medidas de prevención de separación con el personal que está trabajando” en estas instalaciones y “el personal efectúa el traslado en vehículos sin respetar las medidas de separación en vehículos”.

Por ello, esta asociación de militares considera “esencial” que se declare a los militares como “personal de riesgo”, que se les realice test de detección de la enfermedad, “hacer cumplir y vigilar las medidas de prevención dictadas” por la ministra de Defensa, “respetar y proteger los derechos que corresponden al militar en materia de prevención de riesgos y protección de la salud” e “informar a los militares con transparencia, rigor y lealtad de la situación de la pandemia en el seno de las Fuerzas Armadas”.