Según informó este jueves el Instituto Armado, el episodio tuvo lugar en un control establecido en la DP-3006, en la localidad coruñesa de A Zapateira, donde los agentes habían establecido un control debido al estado de alarma por el Covid-19.

La actuación tuvo lugar cuando agentes del Sector de Tráfico de Galicia observaron cómo un vehículo que transportaba madera para la producción de celulosa, necesaria para el suministro de material higiénico, se paraba antes del control. El conductor abrió el motor e indicó a los guardias que tenía una avería y que su vehículo “perdía aire”.

Ante esto, los agentes procedieron a auxiliar al conductor. Dado el nerviosismo presentaba el transportista, los guardias fueron los que accedieron a la parte del motor y comprobaron que había un dispositivo que anulaba la señal del tacógrafo. Este mecanismo impide registrar datos como velocidad, distancia y, lo más importante, tiempos de descanso y conducción del conductor, y a su vez anula el limitador de velocidad.

EXCESO DE UN 11% DE CARGA

El conductor había inutilizado la lectura del dispositivo para que no quedara registrada su actividad ante una eventual inspección. Pese a ello, los agentes detectaron cuatro infracciones graves por no haber respetado los tiempos de descanso diario.

Además el vehículo circulaba con un exceso de peso 11%, que era algo muy problemático al transportar casi cuatro toneladas y media de más. Todo esto supone un grave riesgo para la seguridad vial y perjudica directamente a la competencia en el mercado de transportes.

Por todo ello, los agentes detuvieron al conductor profesional por un supuesto delito de falsedad documental que fue puesto a disposición judicial. Asimismo, inmovilizaron el vehículo hasta que parte de la carga fue trasladada en otro vehículo de la empresa y la manipulación desactivada.