El Tesoro se había marcado un objetivo que oscilaba entre 5.000 y 6.000 millones de euros. La demanda de los inversores ha ascendido a 10.326,67 millones.

En concreto, el Tesoro ha captado 2.339 millones de euros en Bonos a 3 años, a un interés marginal del 0,107%, superior a la referencia del 0,077% de la subasta celebrada el 19 de marzo, mientras que en los Bonos a 5 años ha colocado 1.149,11 millones de euros a un interés marginal del 0,276%, también superior a la referencia del -0,243% del 5 de marzo.

En cuanto a las Obligaciones a 10 años, se colocaron 1.177,06 millones de euros a un interés del 0,720%, por encima del 0,661% del 19 de marzo, y en las Obligaciones a 30 años captó 1,5 millones de euros a un %.

Ésta es la tercera subasta consecutiva en la que la subasta del Tesoro se encarece por el aumento de los intereses, a consecuencia de la crisis generada por el coronavirus y el aumento de la prima de riesgo, rompiendo con la tendencia a la baja de los costes durante los años anteriores.

En su Estrategia de 2020, el Tesoro ha previsto inicialmente que la emisión neta de deuda este año sea de 32.500 millones de euros, un 7,14% menos respecto a la estimación inicial de 2019, de 35.000 millones. Sin embargo, en 2019 la emisión neta fue finalmente de 19.960 millones, un 62,8% menos respecto a la estimación inicial de 2020, por lo que el Tesoro espera hacer revisiones a la baja a lo largo del año.

En cuanto a la emisión bruta, la estimación es de 196.504 millones, por lo que el Tesoro prevé que dicha emisión cierre por segundo año consecutivo por debajo de los 200.000 millones de euros, ya que en 2019 cerró en 192.814 millones, siendo la primera vez desde 2011 que se lograba bajar de dicha cifra. El objetivo del Tesoro es que toda la financiación neta se obtenga a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo.