“No creo que se haya producido ningún malestar ninguna distorsión ni ninguna inseguridad en el mercado de la vivienda”, aseguró en entrevista a RNE recogida por Servimedia, convencido que “tal y como ha quedado no se resienten los propietarios”.

El ministro explicó que se articulan para ayudar a los inquilinos y que “no tengan la angustia del pago durante seis meses”, además de haberse aprobado las moratorias en los lanzamientos y medidas para las renovaciones de los contratos.

Su finalidad es “garantizar” la permanencia del inquilino en sus viviendas y que el arrendador, que en el 85% de los casos son particulares, “tenga asegurado el cobro de sus rentas durante el periodo de 6 meses”, además de “no afectar al mercado del alquiler”.

En aquellos grandes tenedores con más de 10 inmuebles alquilados en propiedad, “no hay ninguna confiscación de renta” sino una reestructuración de deuda. “Si podía haber algún temor no ha sido tal”, abundó, apuntando que precisamente algunos grandes caseros ya están tomando medidas similares “a iniciativa propia” para llevar bien la relación con sus clientes.