Así se expresa Estalella en una carta abierta remitida al Gobierno, donde lamenta que “se ha vuelto a olvidar” el sector turístico y añade que “si no se les ha olvidado, entonces no tiene perdón aprobar unas medidas que con certeza van a ser nefastas a medio y largo plazo, destruyendo una parte del tejido productivo y decenas de miles de pymes turísticas”.

A este respecto, señala que “la sanidad debe ser el centro de actuaciones en la que pivoten las decisiones, pero, al mismo tiempo, las medidas han de ser planteadas ante grupos de expertos no ideologizados de una forma parcial, sino ante expertos en proyecciones económicas y sociales, expertos sectoriales que indiquen las prioridades y sean capaces de encajarse dentro de las medidas sanitarias”.

En esta línea, denuncia que las empresas turísticas “observan impotentes cómo las medidas laborales, fiscales, de financiación y otras, aprobadas últimamente, van a hacer imposible en la mayoría de los casos que se retome la actividad a corto y medio plazo, abocando a decenas de miles de ellas al cierre definitivo y a la destrucción del tejido empresarial”.

Asimismo, indica que una vez cerrada la crisis sanitaria, el sector teme que, para evitar rebrotes, tal y como ha hecho China, se cerrarán muchas puertas y se acabarán muchos viajes.

“Pasará mucho tiempo y es más que posible que nunca volvamos a niveles de conectividad como hace dos meses, miles de millones de viajeros yendo a todas partes, turismo que satura algunas ciudades, aeropuertos al límite, cruceros y congresos... Es muy posible que este parón modifique a medio plazo nuestros hábitos”, lamenta.

Para Estalella, la crisis de movilidad sólo se superará cuando las compañías aéreas restablezcan las conexiones. “Y esto, ¿cuándo será? En seis meses seguro que no. Los turoperadores, los vuelos charters, las líneas regulares, las navieras… no podrán arriesgar a crear la demanda, sino que se adaptarán a ella”, afirma. “El escenario que planteo no creo que sea apocalíptico, creo que es el que nos llega. Y, por tanto, más que nunca, se exigen medidas. Y medidas contundentes”, concluye.