Según advirtieron, "la pérdida de empleos, el cierre de escuelas y la no disponibilidad de cuidadores implica que las familias –especialmente las de hogares de bajos ingresos- necesitarán apoyo extra".

“Las consecuencias de la pandemia se seguirán notando en las familias durante los próximos años”, que verán mermados sus ingresos y pueden arrastrar problemas de salud mental, explicó la jefa de Desarrollo Infantil Temprano de Unicef, Pia Rebello Britto. “Para los niños más vulnerables, la ausencia de sistemas sociales de protección adecuados aumentará su exposición al riesgo", agregó.

Por ello, Unicef lanzó hoy unas nuevas recomendaciones preliminares que instan a los empresarios a tener en cuenta el impacto que sus decisiones comerciales tienen en las familias de los empleados, así como a reforzar la protección social donde sea posible.

Unicef y la OIT también hicieron un llamamiento a los gobiernos para que incrementen las medidas de protección social, mediante la proporción de trabajo e ingresos y la garantía de apoyo financiero a quienes pierden su empleo. En concreto, pidieron especial atención hacia las familais sin recursos o con bajos ingresos, que se verán "especialmente perjudicadas".