Según informó el Ministerio de Defensa, la mayor parte de estas llamadas se dirigieron a militares retirados y cónyuges viudos con más de 82 años, cuyas necesidades han sido “debidamente atendidas”, estableciéndose un sistema de apoyo y seguimiento continuado para quienes se encuentran en “especiales circunstancias de aislamiento”.

El Ministerio de Defensa pretende con estas llamadas conocer el estado en el que se encuentra un personal “especialmente vulnerable” ante la actual crisis motivada por el virus con el objetivo de proporcionarles la “atención” y el “apoyo” que puedan necesitar para el “restablecimiento de su bienestar emocional y social”.