La carta, firmada por el portavoz y la secretaria general del grupo en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros y Macarena Olona, y por el también diputado Víctor Sánchez del Real, que es además miembro de la delegación de España ante la UIP, se dirige a la presidenta de la organización, Gabriela Cuevas.

La misiva denuncia, en concreto, que ahora la admisión o no de iniciativas parlamentarias de la oposición se haya delegado en la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet; y que se hayan suspendido los plazos para contestar a las preguntas escritas de los grupos.

Ello, a juicio de Vox, forma parte de "un plan muy claro" del Gobierno, que se "convierte de facto" en su opinión en "una entidad jurídicamente sin control democrático o parlamentario". Además, subraya que en países como Venezuela este tipo de medidas fueron "los primeros pasos que se dieron para la pérdida de derechos e incluso la democracia".

Vox justifica su carta para que las entidades internacionales "se pongan en marcha antes de que la deriva antidemocrática sea total".