En la práctica supone que eximirá del cobro o les mantendrá la misma tarifa reducida que les venía aplicado, aunque recientemente haya cambiado la política de tarifas si en febrero aún reunían las condiciones para beneficiarse de esas bonificaciones.

La intención es que continúen recibiendo un trato ventajoso en los precios de los servicios que presta el banco a aquellos clientes que vean reducidos sus ingresos, hayan dejado de percibir una nómina de manera temporal o hayan reducido la cuantía de sus ahorros en fondos.

“En Bankia queremos estar, ahora más que nunca, al lado de nuestros clientes”, explicó el director general adjunto de Banca de Particulares de Bankia, Eugenio Solla, e indicó que flexibilizarán las condiciones del programa tanto a las familias y pymes y autónomos afectadas por la crisis del Covid-19.

Los clientes de Bankia no pagan por los principales servicios si tienen sus ingresos (nómina o pensión) domiciliados en la entidad y, al menos, cumplen uno de los siguientes requisitos: realizar dos pagos al mes con tarjeta de crédito, tener contratado un seguro con una prima anual de 135 euros o disponer de fondos de inversión, planes de pensiones o seguros de ahorro por valor de 30.000 euros.

Además, también están eximidos los clientes sin ingresos pero que cuenten con una inversión superior a 40.000 euros en productos fuera de balance, si son menores de 26 años con correspondencia digital o los titulares de la Cuenta ON.

El banco va a mantener también la tarifa mensual de 6 euros para aquellos clientes con ingresos domiciliados que no cumplían ninguno de los otros requisitos, aunque en estas circunstancias hayan dejado de tener ingresos o los hayan reducido sustancialmente.

“Somos conscientes de que esta crisis sanitaria está haciendo que muchos hogares y empresas estén viendo reducidos sus ingresos temporalmente, no realicen pagos con sus tarjetas o estén sufriendo la volatilidad de los mercados en sus inversiones”, explicó Solla.

Esta iniciativa se suma a otras anunciadas por el banco tras decretarse el estado de alarma y paralizarse la actividad en muchas industrias y entre las que figuran facilidades para que los autónomos, pymes y grandes empresas puedan hacer frente al pago de sus deudas a corto y largo plazo durante esta crisis o adelantar en dos días el pago de las pensiones.