“El efecto es directo y vinculado a la propia actividad de sus clientes: hoteles, bares y restaurantes quienes han cerrado su actividad a excepción de un pequeño porcentaje: gasolineras, centros hospitalarios y pequeñas tiendas de alimentación”, explicó su director general, José Manuel Fernández Echevarría.

Conforme a sus datos los servicios programados no llegan al 10% de la actividad. Fedishoreca aglutina a más de 600 empresas de 19 asociaciones empresariales territoriales y representa al sector de empresas de Distribución a Horeca.

Se trata por tanto de la industria que, como actividad principal, comercializa y distribuye las bebidas y los productos de alimentación a los más de 300.000 establecimientos existentes en España. Ocupa a más de 70.000 trabajadores, factura en su conjunto 17.000 millones de euros y moviliza una flota de 25.000 camiones de reparto.

Echevarría subrayó que se trata de un sector dominado por pequeñas y medianas empresas, familiares en su mayoría y que “están haciendo todo lo posible por mantener sus plantillas”, implementando en un primer lugar medidas de flexibilidad laboral y adaptando su personal “a la demanda”.

A juicio de Echevarría el procedimiento de suspensión de contratos temporales y reducción de jornada (ERTE) por causas de fuerza mayor “se revela como el instrumento más idóneo, ya que permite el ajuste temporal de las plantillas a la actividad y evita los despidos”.

Gracias a esta facilidad, el director general de Fedishoreca aseguró que “la vuelta a la actividad implicará la vuelta a trabajo de todos los profesionales”. La patronal sectorial valoró que la rapidez del procedimiento de suspensión de contratos por causas de fuerza mayor “es la clave” para que este sector pueda adaptarse “al nivel de actividad sin realizar despidos y permitir a las empresas de distribución su supervivencia para cuando se vuelva a la normalidad”.