Según sus datos, al menos 40 niños al día sufren violencia en el ámbito familiar, mientras que una de cada dos denuncias contra la libertad sexual tiene a un menor como víctima. Por eso, la organización pide a las administraciones una “supervisión cuidadosa de cada posible situación de riesgo y la actuación inmediata en caso de necesidad”.

“Si bien las medidas que restringen el contacto entre personas y el acceso al colegio y a otros espacios públicos son necesarias para evitar la propagación del coronavirus, éstas no deben nunca comprometer las necesidades individuales de protección y de cuidado de los niños”, explicó el presidente de la organización, Pedro Puig.

Por tanto, Aldeas Infantiles SOS apela a la solidaridad y a la responsabilidad de los ciudadanos y recordó que “la sociedad tiene un papel decisivo a la hora de alertar a las autoridades y a los profesionales” sobre un posible caso de violencia.