Así lo ha establecido en un protocolo diseñado específicamente sobre el acceso a las sucursales a raíz de la propagación del virus y ante las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En el mismo ruega que, si fuera “indispensable” ser atendido por personal de las sucursales, permanezca en las oficinas “el tiempo estrictamente necesario” y cumpla “escrupulosamente” las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.

En concreto, reclama que se mantenga la distancia mínima de seguridad de, al menos, un metro y se evite el contacto estrecho con otras personas.

En términos más generales insta a que no accedan al interior de los locales a aquellas personas que estén afectadas por el coronavirus Covid-19, presenten síntomas propios de la enfermedad como tos, fiebre o dificultades respiratorias, o hayan estado en contacto estrecho con un afectado por el virus.

En el protocolo el banco lamenta las molestias ocasionadas y apela a la responsabilidad de los clientes para hacer un uso adecuado de las instalaciones, “teniendo en cuenta la situación de emergencia de salud pública a la que nos enfrentamos”.