Así lo expresó a través de un comunicado en el que subrayó que la interrupción durante dos semanas de la actividad académica en estas universidades obliga a la adopción de “medidas extraordinarias” para que su personal pueda trabajar “sin riesgo de contagio” y los estudiantes “no vean interrumpida por completo su formación” y apeló a la “responsabilidad individual” para contener la pandemia.

De otro lado, respaldó a dichos centros y dijo “compartir” su “llamada a la tranquilidad” al tiempo que solicitó la “complicidad” de toda la comunidad universitaria para la puesta en marcha de dichas medidas con el fin no solo de buscar su propia protección frente al virus, sino también evitar la propagación del virus entre la población “más vulnerable”.

Por ello, insistió en las indicaciones de Salud Pública y recordó al profesorado, personal de administración y servicios y estudiantado la importancia de seguir todas recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas.

“El coronavirus es un problema global y la Universidad española tiene una gran capacidad para hacer frente a este desafío”, concluyó el comunicado.