El Cermi elabora un documento para ayudar a comunicar a los padres que su hijo tendrá discapacidad
- Recomienda dar la noticia cara a cara y "tan pronto como sea posible"
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El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha elaborado un documento para ayudar a los médicos y profesionales implicados a comunicar la presencia de una discapacidad en el embarazo, en el nacimiento o en los primeros años de vida del niño.
El documento parte del presupuesto de que las personas con discapacidad son siempre seres humanos intrínsecamente valiosos, con la misma dignidad y derechos, y que merecen el mismo respeto que el resto de ciudadanos, lo que condiciona de modo absoluto cualquier trato, atención o intervención que reciban ellos o sus familias.
Según el Cermi, se trata de un procedimiento de actuación que deberá implantarse fundamentalmente en los centros sanitarios, educativos, sociales y análogos y que resulta de aplicación en las situaciones en las que aparezca o se identifique una deficiencia física, sensorial, psíquica, intelectual o mental de carácter permanente en el feto, en el recién nacido o en niños hasta los tres años.
A su parecer, esta guía ha de servir para orientar a los profesionales en tres fases diferentes: la de diagnóstico, de comunicación a los padres y de información, orientación a los progenitores o representantes.
El documento aboga por ofrecer formación a las personas implicadas en la comunicación de este tipo de noticias para poder enfrentarse a la situación.
Habla, concretamente, de formar al personal médico de obstetricia o tocoginecología, pediatría y demás facultativos especialistas, expertos en determinar el diagnóstico (neonatólogos, neurólogos, oftalmólogos, otorrinos, etc.), facultativos de Atención Primaria, genetistas, enfermeros, matronas, psicólogos, educadores, etc.
Según este folleto, la realización de un diagnóstico genético debe facilitar un correcto consejo genético, capaz de informar y orientar a los progenitores.
El texto aconseja dar la primera noticia "tan pronto como sea posible", de forma presencial y clara, con tiempo y en un entorno apropiado. Ha de garantizarse también, dice, una buena orientación.
Una vez identificada la existencia de una situación de discapacidad en el feto, recién nacido o niño hasta los tres años, y casi de forma simultánea a su comunicación, se deberá activar un procedimiento de información y orientación a los padres que asegure una atención eficaz y personalizada.
(SERVIMEDIA)
21 Ene 2011
IGA/jrv