Su evolución se produce después de que los ingresos netos se redujesen un 6,2% en el ejercicio, hasta quedar situados en 285,4 millones de euros, en un ejercicio de fuerte volatilidad en los mercados.

En el último trimestre estanco los ingresos cayeron también un 6,2%, hasta los 72,8 millones de euros, y el beneficio neto retrocedió un 13,2%, hasta 29,5 millones.

Los costes operativos se situaron a su vez en 115,5 millones de euros, con un retroceso del 2,2%, y el beneficio operativo Ebitda ascendió a 169,9 millones, un 8,7% menos.

A pesar de la dinámica del resultado e ingresos, BME subrayó que su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) “se mantiene por encima de sus comparables”, aunque descendió del 33,1 al 31,7%.

Según detalló, la tasa de rentabilidad se sitúa 13,6 puntos porcentuales “mejor que el valor medio del sector” mientras que la ratio de ingresos no ligados a volúmenes se situó en el 126%.

Con las cuentas cerradas el consejo de administración prevé proponer a la junta de accionistas el pago de un dividendo complementario de 0,42 euros por acción el próximo día 8 de mayo.

En cuanto a la evolución de negocio, BME indicó que los flujos canalizados a Bolsa en el conjunto del año ascendieron a los 16.715 millones, lo que supone un crecimiento interanual del 9,8%.

Del total, los flujos canalizados en acciones ya cotizadas ascendieron a los 15.353 millones, un 42,4% más, gracias a las ampliaciones de capital. El MAB fue el mercado más activo en admisión de nuevas compañías, ya que registró 21 incorporaciones de empresas.

La negociación de Renta Fija en las plataformas de BME subió a su vez un 63,1% y las admisiones a negociación en el mercado regulado crecieron un 4,7%, gracias al incremento del 48,6% registrado por la renta fija privada, que compensa la caída del 11,7% de la Deuda Pública, como consecuencia de la reducción del déficit público.

El MARF subió a su vez en todos los parámetros de su actividad y ya son 78 las empresas que se financian a través de este mercado de BME, cuyo volumen emitido en 2019 fue de 10.357 o el 62,9% más.

En cuanto a los derivados, el volumen total de contratos de derivados financieros negociados en BME aumentó un 3,3%, hasta los 44,9 millones de contratos. Por su parte, la contratación de futuros sobre acciones creció un 42,9%, y en los productos para la cobertura de los pagos de dividendos del Ibex-35 y los futuros sobre dividendos de acciones se elevaron en el año un 104,8% y un 60,8%, respectivamente.