La disputa tiene su origen en la paralización por parte de El Cairo de las instalaciones de licuefacción de UFG, participada al 50% por Naturgy y la italiana ENI, en la planta Damietta, decisión que las compañías llevaron a corte arbitral en el año 2014.

El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial dio, de hecho, la razón a Naturgy y ENI avanzado el año 2018, en contra de la República Árabe de Egipto por la falta de suministro a dichas instalaciones de licuefacción.

Al considerar que no se concedió al inversor el trato justo y equitativo exigido por el Tratado bilateral España-Egipto de protección de inversiones, el Ciadi condenaba a Egipto al pago de 2.013 millones de dólares (más de 1.700 millones de euros), después de impuestos y antes de intereses.

El acuerdo anunciado hoy por Naturgy y que prevén completar durante el primer semestre de 2020, valora el 100% de UFG, la ‘joint venture’ con ENI, en 1.500 millones de dólares, de los que 1.200 millones corresponden a sus activos en Egipto y los 300 millones de dólares restantes son los activos fuera del país árabe.

Con todo, Naturgy recibirá un pago en efectivo de 600 millones de dólares (los citados alrededor de 550 millones de euros al cambio actual), así como la mayoría de activos fuera de Egipto, excluyendo las actividades comerciales de UFG en España.

La firma de la paz con estos convenios supondrá la salida de Naturgy de Egipto y el fin de la alianza con ENI en UFG, así como de cualquier obligación de comprar gas natural licuado (GNL) del país árabe en el futuro, según explicó la compañía presidida por Francisco Reynés, quien valoró “muy positivamente” el acuerdo.

Reynés indicó que va además en línea con los pilares principales del plan estratégico 2018-2022, “al simplificar la presencia geográfica de Naturgy para focalizarnos en aquellas áreas que maximicen la creación de valor a largo plazo de nuestros principales negocios para los stakeholders de la compañía”.

La resolución del conflicto en Egipto permitirá a la compañía reducir además su perfil de riesgo y simplificar su presencia geográfica y de negocio, con el objetivo de reasignar capital y recursos en aquellas áreas que maximicen la creación de valor a largo plazo para todos sus stakeholders, tal como se prevé en el Plan Estratégico 2018-2022.

Pone además fin a una situación donde “no se había permitido el continuo y correcto funcionamiento de la planta de Damietta”, agregó Naturgy, quien reivindicó su talante negociador aun teniendo un laudo favorable del Ciadi desde el año 2018.