Así se expresó Bogas en una rueda de prensa de presentación de los resultados de la compañía en 2019, donde aseguró que pese a esta actuación la compañía mantiene “la hipótesis básica de que las nucleares catalanas se cerrarán en 2035”.

A este respecto, recordó que “siempre hemos dicho” que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es “indicativo” y que “si se cumplen todas las previsiones del plan las centrales se cerrarán en las fechas previstas”.

En esta línea, señaló que el plan contempla que la producción con Carbón se mantuviera entre 2025 y 2030, algo que no va a ocurrir dejando un hueco en la producción de unos 1.300 megavatios (MW).

“Dejamos la puerta a vierta a todo”, afirmó Bogas, quien explicó que la previsión de Endesa es cambiar la fecha de amortización de estas centrales cuando tenga que pedir renovaciones de las licencias inferiores a diez años, tal y como ha hecho con Almaraz.

En cuanto al impacto económico que tendría este cambio en la amortización de las centrales catalanas si se llega a producir el director financiero de Endesa, Luca Passa, lo cifró en unos 40 millones de euros anuales.