Así lo anunció Robles durante su comparecencia ante la Comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados en la que presentó las líneas generales de su departamento para los próximos cuatro años.

La ministra proclamó que los militares constituyen el “núcleo” sobre el que se ha de “afianzar y construir” el futuro de las Fuerzas Armadas, por ser “la primera y más importante de las capacidades de la defensa de España”.

Por ello, se comprometió a incidir en la cobertura de sus necesidades para potenciar su servicio garantizando la igualdad efectiva de género en el seno de las Fuerzas Armadas, sin menoscabo de su operatividad, y la búsqueda de la “excelencia” en la etapa formativa, así como la elección de los “más idóneos” a la hora de asignar ascensos y designar destinos.

Todo ello, aseveró Robles, garantizando el “entorno más adecuado para ellos y sus familias”.

Esta declaración de intenciones le sirvió para anunciar su pretensión de reforzar con 7.000 militares, hasta los 127.000, el número de efectivos en las Fuerzas Armadas a distribuir por ejércitos, escalas y empleos durante la presente legislatura.

De este modo, se produciría el primer aumento de personal en las Fuerzas Armadas desde la reinstauración de la democracia, ya que tras la dictadura franquista el final del servicio militar obligatorio y la profesionalización del Ejército han reducido el número de efectivos hasta el alrededor de 120.000 actualmente en activo.

La Ley de la Carrera Militar establece que el número de efectivos en las Fuerzas Armadas ha de situarse “en una horquilla entre 130.000 y 140.000, resultado de compaginar las necesidades del planeamiento militar con la realidad demográfica y social de nuestro país, así como del adecuado equilibrio presupuestario”.

Durante la crisis económica se aplicaron políticas de ajuste de personal, que se tradujeron en una reducción del 10% en la tasa de reposición de mandos y en la contracción de las convocatorias de tropa y marinería, lo que se tradujo en la pérdida de unos 10.000 efectivos en diez años.

Así pues, el refuerzo de efectivos anunciado, el primero desde la reinstauración de la democracia, se llevaría a cabo, según la ministra, como consecuencia del nuevo régimen de conciliación en las Fuerzas Armadas.

PERSONAL TROPA Y MARINERÍA

La ministra también dedicó parte de su intervención a la situación del personal de Tropa y Marinería que tiene que abandonar su servicio en las Fuerzas Armadas al alcanzar la edad de 45 años.

Robles afirmó que su departamento trabaja para modificar los currículums para incluir contenidos de la Formación Profesional (FP) para facilitar a estos efectivos la consecución de un título de grado medio para facilitarles su reinserción laboral en el ámbito civil.

También incidió en la necesidad de garantizarles la reserva de plazas para el acceso a las administraciones públicas, impulsar becas de acciones formativas e incentivar convenios con empresas.

A su vez, confirmó el estudio de la posibilidad de recuperar servicios actualmente externalizados -jardinería, limpieza, vigilancia- para evitar que los militares pertenecientes a la Escala de Tropa y Marinería con una relación de carácter temporal abandonen el servicio a los 45 años.

Por su parte, se comprometió a aumentar el número de centros infantiles en las unidades y los acuartelamientos, propiciar el apoyo a los heridos y familiares de fallecidos en acto de servicio y en continuar con los planes de calidad de vida en las Fuerzas Armadas.

DEFENSA: MINISTERIO DE ESTADO

Por otro lado, Robles llamó a entender la política de defensa como una “política de Estado, “formulada y actuada como bien público”, y apoyada en las disposiciones que sobre ella dimanan de la Constitución.

Reclamó el “máximo consenso” a los grupos de la oposición para satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas y elogió la “labor y dedicación discreta, seria y callada” de los militares, especialmente de aquellos que fueron heridos o que perdieran la vida en acto de servicio.

Por esa razón, aseveró que “nadie, ni política ni socialmente” ha de “sentirse tentado” de “capitalizar” a las Fuerzas Armadas, ya que “flaco favor” se les haría si las vincula con unas determinadas ideas políticas.

Por último, la ministra reafirmó los compromisos de España con sus socios y aliados de la ONU; la UE y la OTAN en materia de seguridad y defensa.