Según informa el consorcio aeronáutico europeo, el beneficio antes de impuestos (EBIT) alcanzó los 1.339 millones, un 73,5% menos que el año anterior. En total, incluye unos ajustes de 5.607 millones.

Además de los cargos por los casos judiciales de soborno y el A400M, destacan 221 millones relacionados con la suspensión de las licencias de exportación de defensa a Arabia Saudí por parte del Gobierno alemán, prorrogada ahora hasta marzo de 2020, y también 202 millones relacionados con el coste del programa del avión gigante A380.

Por su parte, los ingresos aumentaron un 10,7%, hasta los 70.500 millones, impulsados principalmente por el incremento de las entregas de aviones comerciales, que registraron una cifra récord de 863 unidades.

Además, los pedidos netos de aviones comerciales se incrementaron hasta los 768 aviones, frente a los 747 de 2018. Al final de 2019, la cartera de pedidos alcanzó los 7.482 aviones comerciales.

El Consejo de Administración propondrá a la Junta General Anual de 2020 el pago de un dividendo para 2019 de 1,80 euros por acción. Esta cifra supone un incremento del 9% respecto al dividendo de 1,65 euros de 2018. La fecha de pago es el 22 de abril de 2020.

Para 2020, Airbus espera que la economía mundial y el tráfico aéreo no sufran grandes alteraciones, tampoco debidas al coronavirus. Así, pretende entregar en torno a 880 aviones comerciales en 2020. Y conseguir un EBIT ajustado de aproximadamente 7.500 millones de euros.