Durante su comparecencia ante la Comisión Constitucional para exponer las líneas maestras de su departamento, la ‘número dos’ del Ejecutivo remarcó que ella es la que “coordina” las políticas del Gobierno y avanzó pronto se dará a conocer la planificación “en su conjunto” y con un calendario “ordenado” de lo que impulsará el Gobierno ante el Congreso.

En su exposición, Calvo abordó sus responsabilidades en memoria histórica y remarcó la intención del Ejecutivo de zanjar esta “deuda monumental” y poner fin a que España sea la “única democracia de alto nivel de prestigio y calidad que sigue teniendo desaparecidos”.

Para ello, se seguirán “abriendo fosas” y exhumando, por lo que consideró necesario la creación de un “banco de ADN” para hacer un trabajo con rigor propio de un país serio”. En este sentido, también enmarcó en ese contexto la reforma de la conocida como ley de memoria para la “resignificación” del Valle de los Caídos tras la exhumación de los restos de Francisco Franco del lugar.

Asimismo, abogó por modificaciones normativas para retirar honores y prebendas a quienes las lograron durante el franquismo; al tiempo que reclamó ensalzar los homenajes de “fechas señaladas” como las del 8 de mayo en recuerdo de los españoles antifascistas que murieron en Mauthausen.

Calvo también remarcó como guía de su política la lucha contra la violencia de género y por la igualdad, de manera que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde.

Asimismo, la vicepresidenta hizo hincapié en el “empeño importante” de abordar de “manera absolutamente neutra” desde los poderes públicos la existencia de las religiones y el derecho individual a la misma, y su relación con las políticas del Gobierno, que son las del Estado.

En ese sentido, tras evocar su época de estudios religiosos y que recibirá a los representantes de todas las confesiones, Calvo enfocó la relación con la religión católica en lo que se refiere a un contacto entre Estados.

Así, consideró que es “necesario hacer una revisión de la situación fiscal de la Iglesia católica, la cual está en buena disposición”, y avanzó que ésta reforma “sería exactamente igual a la que está en vigor en Francia e Italia”. “Este Gobierno no va a requerir de la Iglesia otra cosa que no sea la que está prevista en los acuerdos (con la Santa Sede) y que se aplican en otros países desde hace mucho”, admitió.

La vicepresidenta primera abordó la ordenación de los bienes inmatriculados de la Iglesia en el ámbito de una lista que “todavía está por terminar” porque “la propia Iglesia reconoce que tienen que ser sometidos a revisión y, cuando se tenga, serán publicados”.

En su exposición, Calvo también abordó la cuestión del Brexit y sus consecuencias para España, de las que dejó fuera la situación de Gibraltar, auguró que la negociación en el periodo transitorio será “muy difícil” que concluya en plazo e insistió en la “reciprocidad de trato” entre los británicos en España y los nacionales en suelo británico.