El banquero ha emitido un largo comunicado explicativo de su declaración ante el magistrado instructor de la causa, Manuel García Castellón, después de que se haya conocido que la Fiscalía Anticorrupción le apunta como la persona que ordenó contratar al excomisario Villarejo para espiar a políticos y competidores en la documentación recogida en el sumario de la pieza nueve del `caso Tándem´.

En una nota de seis páginas, el banquero, que estuvo a las riendas del banco durante 23 años, manifiesta su “más absoluta indignación y sorpresa” ante la “intolerable agresión” que está sufriendo en el ‘caso Villarejo’ por acusaciones sin pruebas y un escrito de la Fiscalía Anticorrupción basado en “simples indicios” e, incluso, “meras conjeturas”.

Critica que la agresión que sufre es “a raíz de la ligereza y frivolidad de las acusaciones vertidas sobre su persona”, cuya fiabilidad cuestiona al afirmar que se basan en “una absoluta falta de rigor”, “una ausencia total de pruebas” y “una inexplicable carencia de argumentos jurídicos”.

Según infiere, el escrito de la Fiscalía Anticorrupción se basa en “simples indicios e incluso meras conjeturas”, así como en opiniones y declaraciones de terceros, “que están en una posición de defender su propia situación personal”.

RECONOCE LA CONTRATACIÓN DE UNA EMPRESA DE DETECTIVES CON EL ASALTO DE SACYR

Tras manifestar su “confianza en la justicia” y total disposición a colaborar con ella, da cumplida cuenta de lo que expuso ante el juez y que, en síntesis, se resume en que no supo de la contratación de Cenyt ni lo hubiese autorizado, responsabilizando directamente al antiguo jefe de seguridad de BBVA Julio Corrochano.

Según expone en la nota, el banquero explicó en la Audiencia Nacional que tuvo conocimiento de la contratación de la firma y su vinculación con el excomisario en mayo de 2018 cuando apareció publicado en un medio de comunicación e impulsó una investigación interna para “conocer el alcance de estos supuestos trabajos”.

En términos generales aseguró al magistrado que “nunca intervino, durante sus 23 años de presidencia de una entidad bancaria, en ningún tipo de decisión sobre la elección de los proveedores del banco” ni tenía conocimiento de las condiciones en dichos contratos.

Según explicó, para este tipo de decisiones no interviene el presidente de compañías con la dimensión de BBVA que cada año destina cerca de 13.000 millones de euros a proveedores, y “fue responsabilidad del director de Seguridad, Julio Corrochano, que era a quien correspondía tomar esta decisión”.

El exejecutivo defiende además a su círculo más próximo en la alta dirección asegurando que si lo hubiese conocido alguno de los miembros del comité de dirección o del consejo de administración seguro que lo habría denunciado al estar alineados con el código ético del BBVA que exige que “todo debe ser legal, publicable y moralmente aceptable por la sociedad”. El director de Seguridad ocupaba una posición de cuarto o quinto nivel en la línea de mando del Banco.

AUSBANC

En su testificación afirmó que nunca habría permitido trabajar con una empresa como Cenyt de haberlo conocido y saber que su contratación era ilegal u operaba de forma irregular, indicando así que “se hizo a sus espaldas”.

En este sentido y según su comunicado, indicó en el tribunal que nunca conoció los métodos utilizados por Cenyt y reparó en que todos los contratos suscritos por el banco contenían una cláusula que prohibía cualquier actividad fuera de la legalidad.

El banquero sí admite que en “una reunión interna” se decidió contratar a una empresa de detectives a propuesta de Corrochano ante “la incredulidad de los asistentes” a que una constructora con el tamaño de Sacyr pretendiera hacerse con un banco como BBVA por si contaba con el respaldo de alguna entidad financiera “de mayor tamaño y músculo financiero”.

“El propio director de Seguridad, Julio Corrochano, propuso la contratación de una empresa de detectives para averiguar si podría haber alguien más respaldando la operación”, sostiene en el comunicado donde afirma además que trasladó al juez que “en ningún momento de habló en la citada reunión ni posteriormente a qué empresa se iba a contratar”.

Sin embargo, el banquero reconoció que, “si se hubiera mencionado a Cenyt o al comisario Villarejo, habría sido como si se menciona a Pepe Pérez”, ya que “solo el jefe de seguridad conocía a Cenyt y al comisario Villarejo” o, al menos, sostiene que él “no los conocía”.

Su contratación se efectuó aunque González ya había dado por fracasada la pretensión de asalto de Sacyr tras no asistir su presidente, Luis del Rivero, a una reunión convocada con el expresidente de BBVA. La contratación en sí de una empresa de detectives no supone irregularidad alguna y es habitual en las empresas siempre que actúen dentro de los márgenes de la legalidad.

Respecto a la contratación de una empresa de detectives para buscar bienes de promotores inmobiliarios con altas deudas en el banco, González reiteró que él no estaba en estos detalles, aunque sí reconoció que ordenó iniciar las oportunas acciones legales cuando los servicios jurídicos le explicaron que se habían encontrado bienes de algunos de ellos

Sin embargo, negó haber ordenado a nadie la contratación de empresa alguna de detectives para estos trabajos de investigación. También negó ante el juez, según su versión, haber conocido la contratación de empresas así para otros trabajos, en alusión a la investigación de Ausbanc o para la adquisición de fincas por el propio banquero.