En declaraciones a la Cope y Onda Cero recogidas por Servimedia, el ministro dijo que “se ha desbordado el debate” en torno a las consecuencias de la subida del SMI en el campo y el malestar generado en las organizaciones agrarias.

“La subida del salario mínimo afecta a mucha gente en España, pero no a todos. Habrá que hacer un seguimiento. De ahí a que se piense que puede ser un elemento clave en el futuro, pues no lo es”, subrayó.

A su juicio, el primer problema son los bajos precios del sector, “un problema complicado de gestionar”, y el Gobierno se ha comprometido con las asociaciones profesionales “a estudiar todos los instrumentos legales que están a nuestro alcance para que los productos tengan mayor justicia en la industria y ante los consumidores”.

“Para mí, el tema central es la volatibilidad de los precios, los precios bajos. La subida del SMI tiene un efecto, pero no es central con respecto a otras cosas”, subrayó.