El ajuste supone clausurar el 11,45% de su red total de oficinas, cuyo número pasó de los 16.447 locales que tenían en diciembre de 2018 a 14.563 un año después. En paralelo, el número de empleados en plantilla disminuyó un 4,13% y su cómputo pasó desde 133.021 trabajadores en nómina en España a 127.532.

El proceso está relacionado en algunos casos aún por ajustes derivados de integraciones como ocurre en Santander con el Popular, pero en su mayor parte tiene más que ver con buscar ahorros dado el aún débil negocio y, sobre todo, acomodar la red a un cliente que prefiere operar online y no pisar el local.

Por entidades, el mayor adelgazamiento en la plantilla correspondió al Santander, que ha extinguido 3.599 puestos de trabajo por ejecución del expediente de regulación de empleo (ERE) acordado con los sindicatos tras la integración del Popular.

Su plantilla se redujo así en España un 11,52% y cuenta con 27.630 trabajadores frente a los 32.229 que tenía censados al cierre de 2018.

Las salidas tuvieron lugar, prioritariamente, en la red de sucursales, que menguó un 25,89% en el periodo para eliminar las duplicidades de oficinas que se generaron al incorporar los locales del Popular. Su red ha descendido así de 4.365 a 3.235 oficinas en el país (-1.130).

Con el proceso pretendía cerrar 1.200 oficinas, y acordó dar salida voluntaria a hasta 3.223 trabajadores en el ERE firmado con los sindicatos.

En ajustes le sigue Caixabank, que ha echado el cierre a 490 oficinas o el 10,63% de su red y ha dado salida a 1.656 empleados o el 5,09% de los trabajadores en nómina. A finales de año empleaba a 30.896 personas en España y contaba con 4.118 oficinas.

Caixabank también ha negociado un ERE con los sindicatos que supondrá amortizar 2.023 puestos de trabajo y dar un vuelco al modelo de sucursal. Clausurará pequeños locales para apostar por megaoficinas de horario de atención al cliente extendido y volcadas en el asesoramiento, con un mayor número de gestores en cada una de ellas.

En el Sabadell el censo de empleados se redujo en 763 y pasó de tener 17.373 empleados en nómina a 16.610 en España; mientras que la red de sucursales apenas se redujo en 45 locales o un 2,38% y cierra diciembre con 1.847.

En BBVA la red de sucursales minoró a su vez en 198 oficinas, hasta quedar 2.642 su número (-6,97%); y disminuyó en paralelo en 55 el número de trabajadores en nómina, cuya plantilla descendió a 30.283, lo que supone un descenso del 0,18% en las nóminas.

La excepción a esta evolución es Bankia y Bankinter. En Bankia el número de empleados aumentó en 111 o en un 0,70%, hasta alcanzar los 16.035, frente a los 15.924 con los que había iniciado el ejercicio.

El banco generó puestos de trabajo netos pese a reducir en 23 locales la red de sucursales, que pasaron así desde 2.298 a 2.275 (-1%), dentro de la estrategia de acomodar la red a los hábitos cada vez más digitales de los clientes.

En Bankinter la plantilla aumentó a su vez en 473 trabajadores o en un 8,44% coincidiendo también con la integración de Evo Banco y su filial de tarjetas AvantCard, hasta alcanzar los 6.078 empleados en plantilla y al tiempo que la red de sucursales se reforzó un 0,45% y pasó de 444 a 446 locales.