De hecho, los investigadores destacan que la embarcación se encontrara en la zona de Cabo Espartel, a 28 millas de la costa de Tánger, con mal tiempo y navegando en solitario cuando la flota pesquera algecireña había decidido quedar amarrada en puerto.

Los servicios de salvamento localizaron la radio-baliza del Rúa Mar, un mecanismo que se activa automáticamente al entrar en contacto con el agua, durante la madrugada del jueves día 23. En el buque viajaban seis tripulantes. Tres días más tarde, se encontraron dos balsas salvavidas del pesquero en las inmediaciones de Barbate, por lo que la tesis del naufragio se consideró confirmada.

Sólo un día más tarde, el 27 de enero, el cadáver del patrón, Antonio Javier Maza, hallado por un barco deportivo a siete millas de la costa de Tarifa. Después se recuperó el cuerpo del marinero Óscar Maquera y continúa la búsqueda de los otros cuatro tripulantes.

La desaparición del barco estaba siendo investigada por el juzgado de guardia número uno de Algeciras al que el día 28 le comunicó la Audiencia Nacional que existían unas diligencias previamente abiertas y que estaban bajo secreto de sumario, por lo que la investigación será de su competencia.

La intensa vigilancia del Estrecho por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha hecho que los narcotraficantes busquen alternativas para transportar la droga desde Marruecos hasta las costas andaluzas y han comenzado a servirse de pesqueros.