Mujeres sin recursos cuentan al relator de la ONU cómo es vivir en un barrio marginal
- Al que no llegan ni los servicios públicos ni los repartidores
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Una decena de participantes en los talleres que Ayuda en Acción desarrolla en el CEIP Santa Engracia y en el Colegio Nuestra Señora de Fátima de Badajoz explicaron este jueves los problemas que afrontan en su día a día al relator especial de Naciones Unidas sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos, Philip Alston, de visita en España hasta el próximo 7 de febero.
Ambos centros educativos reciben alumnos de los barrios Santa Engracia, Gurugú, Las 800, El Progreso y Los Colorines, una zona situada en el extrarradio de Badajoz donde la mayoría de la población presenta altos niveles de desempleo, drogadicción, escasa formación reglada y un nivel socioeconómico bajo.
En declaraciones a Servimedia, fuentes de la ONG aseguraron que todas las mujeres incidieron en "el estigma que vivir en un barrio como este" les supone en muchas facetas de su vida diaria: desde pedir comida a domicilio a parar un taxi, pasando por una entrevista de trabajo.
"Los repartidores aquí no quieren entrar, ni a traerte comida", lamentaron. "Por no llegar, ni siquiera llega bien el correo", comentaron, destacando cómo el director del CEIP Santa Engracia tuvo que ir él mismo a buscar los papeles para votar en las elecciones. Tienen claro que "la pobreza da vergüenza" y pesa en la manera de afrontar los problemas.
DISCRIMINACIÓN
Según la ONG, "en estos barrios no funcionan bien los servicios públicos (limpieza, policía, correos...)", y el índice de abandono escolar resulta muy alto. El porcentaje de población de etnia gitana es muy elevado, hasta un 80% del total, y "la discriminación" por motivos racistas es también un obstáculo con el que se encuentran.
Desde este curso escolar, veinte madres de estos dos colegios asisten a los talleres de Mujeres en Acción, una iniciativa que se desarrolla en nueve ciudades españolas para apoyar a mujeres en riesgo de exclusión.
Los talleres se organizan en los mismos centros a los que asisten sus hijos y tienen por objetivo mejorar su capacitación profesional, ofrecerles habilidades sociales y una mejor autopercepción de sí mismas, ayudarles en la búsqueda de empleo y romper su aislamiento social.
En concreto, "las mujeres del programa en Badajoz son madres jóvenes, con muchos hijos y otras cargas familiares". Los talleres se centran en desarrollar sus "habilidades sociales y el empoderamiento", además les proprocionan formación en herramientas digitales".
ROMPER EL CÍRCULO
Por su parte, los responsables del CEIP Santa Engracia detallaron sus estrategias para adaptarse a las necesidades de sus alumnos.
"No podemos exigir puntualidad británica a nuestros chicos cuando muchos conviven con toda la familia en una única habitación", apuntaron desde el centro.
Tampoco se hacen bien los deberes cuando falta mobiliario o hay que ahorrar en la luz. Todos estos factores influyen en el éxito educativo y, si no se corrigen, contribuyen a que la pobreza "se herede de generación en generación".
Por ello, Ayuda en Acción reclama aumentar la inversión en políticas de infancia y en la educación pública, como mejor medida contra la pobreza infantil.
(SERVIMEDIA)
30 Ene 2020
AGQ/mjg