Aznar lanzó esta recomendación al compartir reflexiones con el presidente de los populares en el coloquio ‘España ante un cambio de régimen’ que organizó la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y el Aula de Liderazgo del Instituto Atlántico de Gobierno (IADG).

“Pablo tiene que confrontar con el Gobierno como si Vox no existiera y tiene que confrontar con Vox como si el Gobierno no existiera”, opinó Aznar, parafraseando a David Ben-Gurión, ex primer ministro de Israel, cuando decía que había que “combatir el Libro Blanco como si Hitler no existiera y combatir a Hitler como si el Libro Blanco no existiera”.

Aznar también consideró que el “origen” de Ciudadanos y Vox está en Cataluña, ya que estas dos fuerzas políticas “emergen” en torno a la situación que se vive en esta comunidad autónoma y “por los defectos de algunas acciones” que percibió el tradicional electorado del PP.

En “esta situación de cambio de régimen”, de la que también habló Casado, el expresidente del Gobierno reconoció que su actual “jefe político” hereda una situación “mucho más complicada” que él por la “fragmentación” que impera en este momento y que también afecta al centroderecha español.

A este respecto, el exjefe del Ejecutivo advirtió de que “la fragmentación conduce inexorablemente a la derrota y la unión puede unir razonablemente a la victoria”. “Pero la fragmentación nos condena a la derrota”, insistió.

A ello unió otra “tendencia muy general” y que pasa por “el auge del nacionalismo, del proteccionismo, de los populismos y la ruptura de los viejos consensos” entre los grandes partidos que lleva a que “desgraciadamente” la vida política en los países “se polariza” en lugar de “producirse y dirimirse en el centro”.

En este contexto, Aznar abogó por “hacer esfuerzos por integrar, sumar, ser generoso, por compartir objetivos, tener propósitos comunes, territorios comunes”. “Aunque sea por criterios pragmáticos, prefiero ganar que perder a todo. Y en las elecciones también”, apostilló.

“UNIR CENTRODERECHA”

Casado también compartió el diagnóstico de Aznar y reconoció que su “principal función ahora mismo es unir el centroderecha”, lo que llegó a catalogar de “necesidad nacional” para combatir la alianza de la izquierda con el nacionalismo.

“Decía Roosevelt que para hacer amigos hay que comportarse como un amigo y yo lo he intentado hacer con Ciudadanos en todo momento y lo estoy intentando hacer también con Vox”, especificó el presidente de los populares.

No obstante, sentenció que “son las demás formaciones las que se disfrazan del PP y corean nuestros temas al karaoke” y se centró en denunciar el “vaciamiento institucional que no se ve” que, a su juicio, pretende el Gobierno de Sánchez.

En esta línea, el presidente del PP aseguró que “no damos abasto para hacer tanta oposición” y opinó que el Gobierno busca “adocenar” y “crispar” la labor de control que está encomendada a la oposición.

Casado abogó por dar “la batalla de las ideas” frente al Gobierno y recalcó que “la moderación es en el tono, no en el fondo”. “No hay cosa más radical que asumir los postulados fracasados que empobrezcan un país y que coarten nuestras libertades”, aseveró, al considerar que “ese apaciguamiento es letal para el futuro de nuestra sociedad”.

Por último, denunció que “tenemos un Gobierno instalado en la mentira impunemente, impúdicamente y reincidentemente”. “Jamás he visto un mandatario que mintiera de forma tan reiterada, sin reproche social, mediático o electoral alguno a la altura de sus mentiras”, remachó.