En su intervención, Mariano Rajoy reprochó a Rodríguez Zapatero que, durante el debate del pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, no atendiera a la petición “casi unánime” por parte de todos los grupos de “una rectificación” en su política económica que “nos lleva al desastre”, apostilló, para añadir que Zapatero se quedó “solo” y su propuesta de incrementar los impuestos sólo va a servir “para hacer más daño a las clases medidas y no va a arreglar ni el déficit, ni el agujero, sino que sólo va a tapar los errores de Zapatero y complicará la salida de la crisis económica”.

Según Rajoy, se puede hacer “una política distinta”, dijo, y el PP está dispuesto a acordar pero no en materia económica. A juicio del máximo dirigente popular, lo primero que habría que hacer para intentar salir de la crisis económica es hacer “un buen diagnóstico” y el Ejecutivo central se limita a “gastar lo que no hay y no hacer nada más” y ahora subir los impuestos, remarcó.

Según Rajoy hay que hacer justo lo contrario: “no gastar tanto, hacer reformas y bajar impuestos” porque, de lo contrario, será una política económica de “huída hacia delante”. Según señaló, el “pufo” en las cuentas públicas que está generando Zapatero con su gestión “hipoteca el futuro” de los españoles y dificulta y colapsa el crédito y lo liquida para el sector privado porque todo lo acapara la Administración.

Respecto a la subida de impuestos planteada por el Gobierno, Rajoy insistió en que Zapatero siempre ha dicho que la izquierda rebaja los tributos. “Se habrá hecho de derechas”, bromeó para citar una frase de Sagasta que decía “ya que gobernamos mal por lo menos que gobernemos barato”, momento en el que arrancaron los aplausos de los asistentes. Frases a parte, Rajoy cifró la subida tributaria en 15.000 millones de euros que irán dirigidos a “pagar los errores de Zapatero”, reiteró.

Para frenar el gasto, el líder popular propuso al Gobierno que no apruebe, en la actualidad, la Ley de Economía Sostenible, que supondrá 25.000 millones de euros. A juicio de Rajoy la prioridad, teniendo como base la austeridad, es que funcionen los servicios públicos y que se apoye a los emprendedores.

En lo que respecta a las reformas, Rajoy prestó apoyo al Gobierno y mostró su disposición para alcanzar acuerdos en materia educativa para frenar los índices de fracaso escolar pero con una apuesta por una educación con “más calidad y menos educación para la ciudadanía”. También mostró disposición en consensuar medidas relacionadas con la energía, aunque reprochó al Gobierno que no haya hecho caso al informe del Consejo de Seguridad Nuclear que recomendó el aplazamiento de la vida útil de la central diez años más y haya decidió su clausura en 2013.

FINANCIACIÓN LOCAL

El líder de la oposición también dedicó buena parte de su intervención, de algo más 45 minutos, a hablar de Financiación Local, precisamente en una Comunidad donde el PP “lleva años mereciendo la confianza de los ciudadanos porque las cosas se hacen bien”. Un asunto, dijo, que está “absolutamente olvidado” por el Gobierno central y que no está haciendo frente a los problemas estructurales pero también coyunturales debido a la crisis económica.

Según defendió Rajoy, los ayuntamientos son “un elemento vertebrador para la cohesión” y suponen “la institución más cercana”, motivo por el que el PP “va a dar la batalla” para que se fijen las competencias de las corporaciones y se establezca un nuevo modelo que sirva “para todo el tiempo y donde se establezcan las reglas del juego”.

Además, recordó que “con la mitad del gasto público de Zapatero en el último año se resolverían la mitad de los problemas de los ayuntamientos”.

También abogó por que de los 5.000 millones de euros comprometidos por el presidente del Gobierno para el Plan E del próximo año, se consolidasen 3.000 para hacer frente a los problemas y los gastos de funcionamiento de los consistorios. Las prioridades de estos, añadió, son poder prestar los servicios públicos y pagar las deudas. Rajoy también abundó en lo que calificó de incumplimiento del compromiso del presidente del Gobierno, que anunció la negociación de la Financiación Local en su discurso de investidura.