Lo dijo en los pasillos del Congreso de los Diputados después de que la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno se aprobara con solo dos votos favorable sobre los negativos, con el voto en contra de JxC.

Borràs insistió en que la investidura de Sánchez es "una oportunidad sobre el papel", pero se verá a lo largo del tiempo "hasta qué punto las buenas palabras de estos días se van a convertir en hechos".

Reconoció que la actitud es "muy distinta" al debate del mes de julio y habrá que ver si "un cambio tan importante" de Sánchez es "por convicción" o porque el líder socialista busca su propia "supervivencia política".

En todo caso, expresó su confianza en que las palabras pronunciadas "no caigan en saco roto" y reiteró su disposición a trabajar en beneficio de Cataluña, sobre la premisa de que la cuestión clave para su grupo no es la gobernabilidad de España sino resolver "la situación que vivimos en Cataluña".

Sentenció por ello que, ante la legislatura que comienza, JxC otorga al Gobierno "un voto de confianza", con firmeza en su posición pero a la "expectativa".