Lo hizo en su intervención en la jornada final del debate de investidura, después de que en la del domingo ambos partidos escenificaran ruidosamente su desacuerdo con las críticas de ERC y EH Bildu al discurso del Rey dos días después del referéndum del 1 de octubre de 2017.

Iglesias comenzó aplaudiendo que su predecesor en la palabra, el presidente del PP, Santiago Abascal, hubiera comenzado criticando un asesinato de una mujer por su marido, pero luego le corrigió: “Ojalá le hagamos entender que desde el machismo y el racismo es muy difícil defender los derechos de los ciudadanos y que hay una violencia específica sobre las mujeres por el hecho de ser mujeres”.

Luego citó una supuesta frase que le habría enviado Rosa Lluch, hija del exministro socialista asesinado por ETA, rechazando que PP y Vox “hablen en nombre de las víctimas del terrorismo” porque algunas de ellas han apostado por la reconciliación. “Basta ya de usar nuestro dolor en su beneficio”.

Denunciando la “falta de respeto institucional”, pasó a recomendarles que, “si quieren defender a la Monarquía, eviten que la Monarquía se identifique” con ellos. Como a su juicio hizo Juan Carlos I, que sabía que sólo alejándose de la derecha de donde provenía y que le eligió, la institución podría pervivir. “Una cuestión de inteligencia”, denunció.

Iglesias terminó anunciando a mujeres, colectivo Lgtbi, migrantes y catalanes o vascos con identidad nacional que el Gobierno los defenderá, así como a la educación y los servicios públicos porque sin ellos no hay libertad.

“No nos van a atacar por lo que hagamos, nos van a atacar por lo que somos”, avisó a Sánchez para acabar pidiéndole que conteste a PP y Vox con “el mejor tono” pero “la mayor firmeza democrática”.