Desde la tribuna, Sánchez respondió a la intervención de la portavoz de la formación que lidera Arnaldo Otegi con una reflexión sobre la época vigente en la que hay “menos Estado que naciones” y la propia democracia española reconoce “sentimientos e identidades plurales”.

“El Estado debe reconocer la pluralidad”, señaló el presidente en funciones, en una reflexión sobre la soberanía, dejando clara su apuesta por la “interdependencia, no la independencia”.

Porque, según explicó Sánchez, se trabaja por la construcción “federal” de Europa y, a la vez, en una España “federal”. “Hay que compartir soberanía, no sólo hacia abajo sino también hacia arriba”.

El líder del PSOE defendió el estado autonómico, camino de una España federal, pese a que reconoció que, con las años, hay “experiencia de que hay elementos que se han desgastado y revisado”.

Sánchez abogó por “ese espacio supranacional y la interdependencia de soberanía que construya esa Europa federal para resolver esos desafíos como la identidad”.

Defendió los “niveles suficientemente altos” de autogobierno en España y, ante las peticiones de referéndum como en los casos de Escocia y Canadá, el presidente cuestionó que a veces se usan por desconocimiento esos gestos para acusar de falta de democracia a España.

Así las cosas, el presidente no compartió la visión de que España vive una “crisis sistémica” que aseguró la portavoz Miren Aizpurua, sino que se trata de una “derivada también” de la situación del mundo global.

AGRADECIMIENTO

“Agradezco que tienda la mano a todos los aspectos de la agenda social”, dijo Sánchez, quién recordó la voluntad de los socialistas por la renovación del Estatuto de Gernika y el cumplimiento del calendario de transferencias al Ejecutivo vasco pese a que, admitió, todavía hay “algunas discrepancias serias y profundas” en algunas de ellas como la transferencia de la Seguridad Social.

“Tengo que decirlo para que conste en acta, agradezco al menos que ustedes faciliten con su abstención la formación de un gobierno en España”, concluyó Sánchez.

El líder del PSOE no hizo mención alguna a la tensión vivida en el hemiciclo por las palabras de EH Bildu sobre el discurso del Rey del 3 de octubre de 2017 y obvió cualquier referencia a la banda terrorista ETA.