Así lo aseguró en su discurso de investidura, tras detallar las medidas de su programa de coalición con Unidas Podemos. Entonces, anunció la creación de la Mesa de diálogo entre el Gobierno de España y el de la Generalitat, tal y como se recoge en el acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC.

Sánchez se comprometió a “mejorar” los mecanismos de colaboración institucional con todas las comunidades autónomas y, en ese contexto, aludió al “conflicto político” que, a su juicio, existe en Cataluña.

“Vamos a debatir dentro del marco constitucional y vamos a poner fin a esta confrontación territorial”, sentenció el secretario general de los socialistas, lo que arrancó aplausos de diputados de ERC.

Abundó en que el Gobierno “va a trabajar para superar el conflicto político en Cataluña” y que esto es algo que “debemos hacer por todos los catalanes y por el conjunto de españoles”. “El diálogo, siempre dentro de la Constitución, será una prioridad absoluta para alcanzar fórmulas de entendimiento y encuentro”, se reafirmó.

También sostuvo que la España de las autonomías y del autogobierno es una “realidad incuestionable y consolidada que no admite marcha atrás”. Dicho esto, señaló que el marco de organización territorial previsto en nuestra Constitución “ha perfilado España tal y como es: plural, diversa y democrática, completa de matices que la enriquecen a todos”.

“España tal y como es, ese va a ser nuestro proyecto político”, sintetizó Sánchez, para remachar este apartado admitiendo que “el nuestro es un modelo complejo” pero “la complejidad no es más que una manifestación de la diversidad y no puede convertirse en un pretexto para no avanzar”.