Si bien los depósitos bancarios han sido un producto donde estas compañías dejaban tradicionalmente parte de sus recursos, al encontrase fuertemente limitada por ley dónde pueden invertir el patrimonio de los clientes, el producto ha perdido atractivo para el sector desde el momento que el Banco Central Europeo (BCE) empezó a cobrar a la banca por su liquidez.

De hecho, a finales de 2015, cuando el BCE comenzó a cobrar por la liquidez ‘aparcada en su ventanilla’, las compañías de seguros y fondos de pensiones tenían más de 53.000 millones de sus recursos en este producto financiero, un 87% más que en la actualidad, conforme a las estadísticas del Banco de España.

La penalización del BCE condujo a las entidades financieras a repercutir el coste a clientes institucionales como son las aseguradoras y fondos de pensiones –'sicavs', fondos de inversiones, 'family offices', etc-, y en los últimos meses lo han empezado a trasladar también a las grandes empresas, mientras que descartan extenderlo a los clientes particulares.

Según las estadísticas del Banco de España, a diferencia de las compañías de seguros, el ahorro depositado por parte de las instituciones de inversión colectiva se situó en noviembre en 34.800 millones, en línea similar a los 33.500 millones de euros que tenían depositados un año atrás. Este epígrafe no incluye los fondos monetarios.

El saldo mantenido por otras instituciones financieras no monetarias se ha reducido en igual periodo desde 216.100 millones a 195.200 millones, y está muy lejos de los 324.715 millones que tenían en saldos cuando el BCE comenzó a cobrar a los bancos. Se trata de firmas que han llegado a mantener cuantías superiores a los 600.000 y 500.000 millones en los ejercicios previos a la bajada acusada de los tipos de interés, coincidiendo también con las tensiones de liquidez de la crisis económica.

FAMILIAS

La cara opuesta a estas evoluciones la presentan las familias, cuyos ahorros en depósitos marcaron un nuevo máximo en 842.400 millones en noviembre, pese a haber perdido todo su atractivo al carecer casi de rentabilidad. Se trata de un montante un 0,95% superior al que tenían en octubre, y un 6,34% superior a los 792.000 millones de noviembre del 2018.

En las empresas no financieras el saldo a su favor en depósitos aumenta en el año desde 242.900 millones a 259.400 millones, y sube además un 4,09% en el último mes desde los 249.200 millones que tenían en octubre, pese a que la banca ha comenzado a cobrar por estas posiciones a las compañías.