Son productos que invierten en compañías que, además de ser atractivas por sus métricas financieras y tener alto potencial de revalorización, cumplen estándares medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).

Los gestores las seleccionan por su preocupación, entre otras materias, por la lucha contra el cambio climático y conservación del medioambiente, la igualdad de género, la investigación del cáncer, la gestión de residuos y preservación del agua, el impulso de energías limpias y materiales sostenibles, y la educación para todos, indicó hoy MyInvestor.

El fondo ‘Candriam Equities L Oncology Impact’, por ejemplo, invierte en cotizadas que desarrollan y/o venden productos y servicios para el tratamiento del cáncer, y que en 2019 logró una rentabilidad del 43,12%.

El ‘Nordea 1 Global Climate and Environment’ lo hace en compañías que desarrollan soluciones respetuosas con el medioambiente y el clima, como las energías renovables y la eficiencia de los recursos. Su rentabilidad en 2019 ascendió al 34,34%.

El ‘BNP Paribas Funds Aqua’ apuesta por cotizadas del sector del agua y sectores relacionados que han sido seleccionadas por sus prácticas en cuanto a desarrollo sostenible, y arrojó una rentabilidad del 34,17% el pasado año.

El resto de fondos lograron rentabilidades de entre el 32,07% y el 5,82%. Entre ellos figuran el fondo ‘BlackRock BGF Sustainable Energy Fund’; el ‘SIGMA Global Sustainable Impact’, el ‘Pictet SmartCity’, el ‘BB Adamant Sustainable Healthcare’, el fondo ‘RobecoSAM Global Gender Equality Impact’, el ‘DPAM Invest B Equities Sustainable Food Trends’, el fondo ‘CPR Invest Education (Amundi)’ y el ‘RobecoSAM Smart Materials’.