Así lo expresó en su valoración de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que indican un crecimiento del PIB del 0,4% en el tercer trimestre del año respecto al anterior y del 1,9% en tasa interanual. Para el sindicato, estos datos reflejan que España sigue en fase de crecimiento pero que, al mismo tiempo, “se confirma una sostenida, aunque moderada, senda de ralentización”.

En cualquier caso, la organización liderada por Pepe Álvarez destaca que “en el contexto de bajo crecimiento económico europeo, al borde de la recesión en el caso de muchos países, sigue siendo un resultado notable”.

Sin embargo, también advierte que los datos ponen de manifiesto “la necesidad de que reciba un impulso adicional, que reactive la actividad y el empleo”. En este sentido, UGT destaca que el dato publicado también este lunes por el INE sobre el IPC adelantado de diciembre, situado en el 0,8%, indica que es “un buen momento para impulsar la actividad, puesto que la inflación se mantiene en niveles muy bajos”.

Así, el sindicato destaca la aportación de la demanda interna al crecimiento, pero considera que es “insuficiente” para mantener un ritmo de actividad superior.

Por otro lado, resalta que la desaceleración económica se refleja “de manera nítida” en la creación de empleo, ya que en el tercer trimestre se ha pasado de crecer un 2,5% en términos anuales a hacerlo un 1,8%, en términos de empleo equivalente a tiempo completo. Para UGT son datos “que ratifican la tendencia de agotamiento progresivo de la generación de empleo y reducción del paro, si no se hace nada para impulsar la actividad”.

Por ello, el sindicato asegura que “ha llegado el momento de poner en marcha un completo programa económico que permita impulsar la inversión y el consumo, que haga nuestra economía más competitiva y sostenible, y que permita además fortalecer el estado de bienestar”.

Para ello, reclama un impulso a un nuevo modelo productivo más eficiente y sostenible; la mejora de la calidad del empleo, derogando las reformas laborales de 2010 y 2012 y aumentando el SMI; una reforma fiscal que aumente los recursos públicos al tiempo que se mantiene la senda de estabilidad presupuestaria; y reforzar los servicios públicos y prestaciones básicas como las pensiones, prestaciones por desempleo, sistema de dependencia y políticas de vivienda para poner la economía al servicio de la clase trabajadora.