Don Felipe quiso impregnar su mensaje navideño de "confianza" en la sociedad española, palabra que utilizó en cuatro ocasiones a lo largo de su alocución: "deterioro de la confianza de muchos ciudadanos en las instituciones", "confianza" que otorgará o denegará el Congreso de los Diputados al candidato propuesto para la presidencia del Gobierno y, sobre todo, "confianza firme en nosotros mismos y en España, que siempre ha sabido abrirse camino cuando hemos afrontado el futuro con responsabilidad, con generosidad y rigor; con determinación, pero también con reflexión y serenidad. Y tenemos razones sobradas para tener esa confianza".

El jefe del Estado volvió dos veces más a esta idea al final del discurso: "Confiemos en nosotros mismos, en nuestra sociedad; confiemos en España y mantengámonos unidos en los valores democráticos que compartimos para resolver nuestros problemas; sin divisiones ni enfrentamientos que solo erosionan nuestra convivencia y empobrecen nuestro futuro".

Además, dio mucha importancia al papel que juega la sociedad, otra de las palabras más empleada en el discurso. Una sociedad "emprendedora y generosa", representada por los 41 ciudadanos a los que el Rey condecoró el pasado 19 de junio, el día del quinto aniversario de su proclamación. "Mujeres y hombres, mayores y jóvenes, de orígenes y condiciones diversos, que son un verdadero ejemplo de dignidad y fiel reflejo de lo mejor de nuestra sociedad".

Esos 41 hombres y mujeres, con la Familila Real, estuvieron presentes también en la única foto que descansaba sobre una de las consolas de la sala de Audiencias de Zarzuela, escenario donde el Rey pronunció su discurso.

Don Felipe remarcó que pudo "apreciar personalmente su generosidad y espíritu solidario, su capacidad de sacrificio y superación, su disposición para ayudar a los demas y anteponer el bien común a los intereses particulares, su coraje en situaciones adversas; cualidades que son expresión de las virtudes cívicas que inspiran a la mayoría de nuestros ciudadanos".

"Se trata, sin duda -y me interesa especialmente resaltarlo-, de actitudes que han ido forjando pasa a paso la personalidad de los españoles y moldeando nuestra sociedad actual a lo largo de estas ya cuatro décadas de democracia", glosó don Felipe, quien también agregó que la sociedad española "ha experimentado una transformación muy profunda, que vive conforme a valores y actitudes comparitods con las demas sociedades libres y democráticas; que es y se siente profundamente europea e iberoamericana; y que no está aislada, sino muy abierta al mundo y plenamente integrada en la sociedad global".

"Una sociedad que ha hecho frente y ha superado situaciones muy difíciles con una serenidad y entereza admirables demostrando una gran resistencia y madurez", enfatizó. Esa sociedad, recordó don Felipe, que ha hecho posible que vivamos "en un Estado Social y Democrático de Derecho que asegura nuestra convivencia en libertad y que ha convertido a España en un país moderno, con prestaciones sociales y servicios públicos esenciales".

"Tenemos un gran potencial como país. Pensemos en grande. Avancemos con ambición. Todos juntos. Sabemos hacerlo y conocemos el camino", concluyó el Rey en este mensaje con el que quería dar esperanza a los españoles frente a los actuales "tiempos de mucha incertidumbre".