Según informó la Policía, los agentes sabían que estos moluscos eran exportados fraudulentamente a España, con documentación falsificadas, tras ser pescados en una zona portuguesa contaminada donde está prohibida esta actividad.

Esta información desembocó en la puesta en marcha de la operación ‘Clamp’, a partir de la cual se efectuaron más de una veintena de inspecciones en viveros de España y Portugal, país en el que se detuvo a dos personas.

Ante la cercanía del periodo navideño, la organización aprovechó para incrementar su actividad, lo que provocó un aumento de las actuaciones policiales. Todo ello permitió la incautación de más de 16 toneladas durante los dos últimos meses en cuatro inspecciones realizadas: tres en Vigo y una en Guetaria.

En la primera de las intervenciones se incautaron más de 6.500 kilos de almejas japónicas; en la segunda, tres toneladas del mismo producto y otras cantidades de carneiro o escupiña; en la tercera, 3.800 kilos de bivalvos; y, en la última, 3.000 kilos de almejas japónicas y 500 kilos de carneiro o escupiña.

El marisco ilegal era transportado en furgonetas desde Portugal, a través de España, a distintos países de Europa, careciendo de documentación legal acreditativa y sin pasar ningún control sanitario que certificara que cumplía con un mínimo de condiciones de salubridad.

La operación ha sido posible gracias a la colaboración fluida entre la Policía Nacional y la Policía Marítima de Portugal y al continuo intercambio de información sobre vehículos, personas y empresas vinculadas a este negocio.