La operación comunicada la víspera con los mercados ya clausurados hizo que las acciones abriesen en 6,712 euros, un 1,02% por encima del cierre previo; pero perdieron empuje a lo largo de la sesión y la acabaron en 6,68 euros.

El banco ha justificado el ‘split’ de negocios para separar la actividad bancaria de la aseguradora, dar total autonomía a cada entidad y con la convicción de que Línea Directa ganará margen para, sin la constreñida regulación bancaria, poder crecer de manera “orgánica o inorgánica”.

Bankinter ha diferenciado la operación de su propia política de dividendos que asegura seguirá siendo la de repartir alrededor del 50% del beneficio neto anual y prevé mantener el 17,4% de Línea Directa que conservará tras repartir el resto entre los accionistas.

Para la operación se ha valorado a Línea Directa en 1.434 millones de euros y el 82,6% que prevé distribuir correspondería con el capital aportado en su constitución, y que se propone devolver ahora en especie a los accionistas del banco.