Igualdad Animal lleva varios años haciendo esta acción en esa céntrica plaza madrileña en fechas cercanas al 10 de diciembre, con el que esta organización celebra el Día Internacional por los Derechos Animales coincidiendo con el Día de los Derechos Humanos.

El acto, celebrado cerca del árbol navideño, contrastó con el bullicio del ir y venir de una multitud de personas que merodeaban por la plaza y las calles aledañas para realizar compras navideñas.

Alineados en decenas de filas, los activistas portaron grandes fotografías reales de animales tomadas por Igualdad Animal en investigaciones sobre granjas y mataderos. A diferencia de otros años, esta vez no hubo cadáveres de animales, sino que la organización quiso destacar el impacto medioambiental de la industria ganadera.

La primera fila estuvo compuesta por niños, que llevaban carteles con los eslóganes 'Save the planet, save the animals, save the future' ('Salva el planeta, salva a los animales, salva el futuro'). Entre ellos estaba Carla, de 12 años y que leyó un manifiesto.

"NO ME DESANIMO"

"Este sistema no tiene en cuenta la salud de las personas, ni el futuro de los jóvenes, ni tampoco el bienestar de miles de millones de animales. No es casual que Greta Thunberg, al igual que yo y millones de personas en todo el mundo, sea vegana, porque una de las acciones más poderosas para mejorar el mundo, se encuentra en elegir de manera consciente lo que comemos", dijo.

En el manifiesto, Carla lanzó un mensaje de esperanza a los jóvenes preocupados por el futuro: "Yo no me desanimo porque formo parte de una nueva generación que ha venido a cambiar las cosas, que no va a quedarse de brazos cruzados mientras vemos cómo se destruye nuestro planeta y las vidas de sus habitantes".

Por otro lado, la directora de Igualdad Animal en España, Silvia Barquero, comentó a Servimedia que la acción de protesta coincide este año con la Cumbre del Clima de Madrid (conocida como COP25) para "poner el foco no sólo en el maltrato que padecen los animales como víctimas de la ganadería industrial, sino en el daño que ésta genera al medio ambiente".

Barquero indicó que, según Naciones Unidas, la ganadería industrial es responsable del 16% del total de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera y conlleva "el uso y despilfarro de una ingente cantidad de agua potable", puesto que se calcula que "se necesitan 15.000 litros de agua potable para producir sólo un kilo de carne de ternera", además de que "el 70% del terreno cultivable en el planeta se utiliza para producir grano con el que dar de comer a los animales". "Es un despilfarro de los recursos planetarios", apuntó.