Los trabajadores, que cobrarán de media unos cinco millones de pesetas, señalaron que están "muy satisfechos", pues muchos viven del seguro de desempleo y otros han tenido que pedir préstado para pagar deudas.

Sin embargo, también declararon que preferirían no haber perdido sus puestos de trabajo a cobrar este dinero, pues la mayoría tienen alrededor de 45 años y para ellos resulta ahora difícil reintegrarse en el mercado laboral.

La epresa Marcol, de distribución comercial, fue propiedad de la familia Martínez Colomer, posteriormente perteneció al "holding" Rumasa. Tras la expropiación, se hizo cargo de ella el Patrimonio del Estado, que la vendió a la familia Ortells por 300 millones de pesetas. En esta operación, el Estado absorbió deudas de la empresa por valor de 6.000 millones de pesetas y aportó más de 3.000 millones para sanear la firma.