El documento asegura que casi la mitad de la población mundial, 2.800 millones de personas viven con menos de 2 dólares diaris. En algunas zonas del planeta, como en los países en transición hacia economías de mercado de Europa del Este y de Asia central, el número de personas que viven en la pobreza se ha multiplicado por 20.

Sin embargo, los avances en la reducción de la pobreza presentan enormes difrencias entre unas regiones y otras. En Asia oriental, el número de personas que viven con menos de un dólar al día bajó de 420 millones en 1987 a unos 280 millones en 1998.

Por el contrario, en el Africa subsahariana, Asa meridional y América Latina, el número de personas pobres aumentó de manera sostenida durante los últimos años.

El informe del Banco Mundial reconoce que "esta situación de miseria persiste a pesar de que las condiciones humanas han mejorado más en el último siglo que en todo el resto de la historia de la humanidad. La riqueza mundial, las conexiones internacional y la capacidad tecnológica son mayores que nunca antes".

Por este motivo, el primer vicepresidente y economista jefe del Banco Mundil, Nicholas Stern, señala que el cremiento económico no es suficiente para reducir la pobreza, ya que se requieren cambios institucionales y sociales estructurales para lograr ese objetivo.

GRANDES DESIGUALDADES

El estudio incide en el aumento de las desigualdades entre unas naciones y otras. En los países de ingresos altos, menos de 1 de cada 100 niños muere antes de cumplir los 5 años; en los países más pobres, el número es 5 veces más elevado. En los más ricos, menos del 5 por ciento de los niñosde menos de 5 años sufre malnutrición, en los más pobres la padecen hasta el 50 por ciento de los niños.

Las tasas de pobreza varían de forma importante incluso dentro de los propios países. En algunas naciones de Africa la mortalidad infantil es más baja en los grupos étnicos que disfrutan de mayor poder político. En América Latina, los grupos indígenas tienen índices de escolaridad menores que en el resto de la población y en Asia meridional las mujeres reciben la mitad de años de estudio que los hobres.

El informe advierte que para acabar con las situaciones de extrema pobreza, las intervenciones de alcance nacional y local no son suficientes en muchos casos.

"Hay muchos temas que requieen acciones de alcance mundial", señala, "sobre todo por parte de los países de ingresos altos, para mejorar las perspectivas de los países pobres y las poblaciones más necesitadas. Parte de la solución radica en dar mayor atención al alivio de la deuda y lograr que los esfuerzos de cooperación para el desarollo sean más eficaces".

Asimismo, destaca la importancia de las inciativas emprendidas para lograr ampliar el acceso a los mercados de los países en desarrollo, producir bienes públicos que beneficien a los más pobres, combatir el sida, asegurar la estabilidad financiera mundial y fomentar mayor participación de los países pobres en los debates internacionales.

Según la directora del informe, Nora Lustig, es imprescindible lograr el fortalecimiento de las organizaciones que representan a los setores sociales más desfavorecidos, ya que su participación en los procesos de toma de decisiones les permite exigir mejores servicios y políticas públicas que respondan a sus necesidades.